Este lunes comenzó oficialmente la Semana Gastronómica 2019. Durante siete días, los restaurantes, bares y locales comerciales adheridos a esta iniciativa ofrecerán importantes descuentos y promociones en platos típicos y locales.
Durante un corrido por el evento de presentación seleccionamos 10 recomendados, entre platos típicos, snacks y demás, que no deberías perderte si sos un fan de la gastronomía.
Paella. De Le Marine. Con muchos frutos de mar y tenía un color increíble. Dirección: Elías Yofre 917.
Tortilla de papas. De Albufera. Dirección: Av. Rafael Núñez 3912.
Empanadas de queso de cabra. Bañadas con salsa llaswa de tomate fresco y ají apenas picante. De Villalpando. Dirección: Av. Fuerza Aerea Argentina 1715 y 25 de Mayo 1186 General Paz.
Matambre de cerdo. Cortado en tiritas, bañado con una suave mostaza y acompañada de papas al horno. De Rancho Grande (en el restaurante sale entero). Dirección: Av. Rafael Núñez 4142.
Costilla de novillo braseada. Acompañada de pesto de rúcula y maní y puré rústico de papas con puerro y olivas negras. De Gran Vadori. Dirección: Posta serrana - Ruta E96 Km 24, 5186 Falda Del Carmen.
Pizza. De palta, rúcula y queso brie de Pepecito. Dirección: Av. Carlos Federico Gauss 5488.
Quesos de cabra. De Santa Olalla. Quesos cordobeses de estilo francés. Dirección: Padre Liqueño 700.
Chacinados. De El Gallego. Tabla de queso de chancho, jamones, y más.
Queso di Fossa. Cubierto de pasto (madurado en un sótano especial) de la marca Don Santiago. Una quesería boutique de Calchín. Dirección: Pres. Perón 793, Calchín, Córdoba.
Papas fritas. Marca Trym’s. Elaboradas en Córdoba, sin Tacc, con sabores varios: a las finas hierbas, con pimientas, cebolla morada y más. Dirección: Los Yugoslavos 6180.
Esta semana se desarrolla la Semana Gastronómica en Córdoba, una iniciativa de la Municipalidad y Circuito Gastronómico que invita a los comensales a probar platos y promociones en distintos restaurantes de la provincia.
Una de los más originales fue la iniciativa de Don Luis, tradicional pizzería del centro de Córdoba, que creó las variedades de Mario Pereyra, Rony Vargas y Lagarto Guizzardi, tres de los conductores más famosos de la ciudad.
¿Qué lleva cada una? La de Mario tiene queso, morrón, jamón y anchoas. En el caso de la pizza de Rony Vargas, los ingredientes son muzzarella, jamón y ananá con guindelas.
Finalmente, la del "Lagarto" incluye queso, albahaca, aceitunas y orégano. Se pueden probar en el local, ubicado en avenida General Paz 338.
Pizzería Don Luis, un clásico de Córdoba (foto: archivo La Voz).
Chammas está celebrando sus 150 años de vida. Conocida desde siempre por sus alfajores cordobeses, su historia está íntimamente relacionada con Córdoba. Repasar sus hitos en una entrevista es repasar también parte de la vida de Córdoba y de los cordobeses.
Es una historia de inmigrantes, porque el fundador Augusto Chammas llegó desde Marsella (Francia). Es una historia de repostería porque son los creadores de los definitivos alfajores cordobeses, redondos y con glaseado. Es la historia de una empresa familiar que hasta el día de hoy es manejada por la quinta y sexta generación de descendientes directos del fundador.
Y es una historia de tradiciones, porque trabajan con el souvenir más conocido del país. “El recuerdo más rico de Córdoba” dice su slogan. “Y no sólo eso. Lo más importante, creo, es que tenemos la misma razón social, el mismo teléfono y la misma cuenta bancaria desde los comienzos de la firma”, subraya Enrique Finocchietti, director de la marca.
Estamos en la nueva planta de la empresa, que se mudó hace seis meses de barrio Talleres a la Circunvalación. La mesa de la sala de reuniones es amplia y las referencias históricas son parte del decorado. “Para que tengamos una idea, el banco de la provincia de Córdoba se fundó después que Chammas”, aporta Matías Finocchietti, hermano de Enrique y también parte del directorio de la empresa.
Es un excelente dato como para entrar en clima. Esta empresa tiene una larga trayectoria.
Muchos hitos
Son tantas las referencias históricas o los momentos para destacar en la línea de tiempo que ni los propietarios saben bien qué hay de mito y qué hay de cierto en cada una. Pero a las pruebas se remiten. Los cuatro números del teléfono que figura en una caja de hace 50 años son el mismos últimos cuatro que tienen hoy en la sucursal de calle General Paz.
La carta firmada por el Cura Brochero está en el museo del Santo. En ella le pedía a Augusto Chammas (el hijo del fundador y creador de la empresa) que lo ayude con el pago del agrimensor que evaluaría la posibilidad de trazar líneas de ferrocarril desde Córdoba a Traslasierra. Hasta sugiere que podría pagarle una parte con alfajores y confituras porque el profesional “era muy goloso”.
Este próximo hito es muy curioso también. “Mi tía, que administró la empresa hasta la década de 1990, se acuerda perfectamente de una lluvia de alfajores en paracaídas que lanzaron desde avionetas, para un aniversario de la fundación de Córdoba. El cielo se puso negro. Creo que fue en 1939 o 1940”, cuenta Enrique.
Mudanzas
Hoy la empresa está prácticamente en manos de la segunda parte del directorio. De José Finocchietti (primo hermano José y Matías) y Pedro Álvarez Rivero (sobrino de los Finocchietti).
Son los más jóvenes y escuchan atentos las historias que salen a la luz en esta charla de parte de Enrique y de Matías. Por ejemplo, que Chammas comenzó su venta al público en el Pasaje Santa Catalina, en la ex comisaría D2, donde hoy es el museo de la Memoria (entre el Cabildo y la Catedral de Córdoba).
“En enero de 1870 –cuenta Enrique- Chammas ya era una empresa conocida en Córdoba. Tanto que el diario El Eco de Córdoba destacó nuestra mudanza desde el local original del pasaje a la calle empedrada, que creo que era lo que actualmente es calle San Martín”.
“Otro hito –sigue Enrique- es cuando salimos en el diario Los Principios, también de Córdoba, en una crónica que hablaba de una pelea en el Luna Park más o menos en 1940, donde peleaba un cordobés. Resulta que la gente en las gradas le gritaba ´dale un chammas´, y el diario explicaba que ´un chammas´ en Córdoba ya era sinónimo de ´un bollo´, que es ni más ni menos que una pieza de repostería”.
Últimos hitos
En la década de 1990, con la llegada de los shoppings, Chammas empezó a tener presencia en nuevos locales comerciales, fuera de los dos clásicos del Centro de la ciudad en calle General Paz y Rivadavia. “Eso trajo consigo la mecanización de los procesos y también más expansión hacia otras ciudades, con diferentes modelos de negocio, con socios locales”, aporta José Finocchietti.
Cuando se compró la primera envasadora en la década de 1990 fue un nuevo hito sin dudas. “Al principio la gente no lo aceptaba pero finalmente entendió que era lo mejor para la conservación de la calidad de productos. En algunos años pasamos de venderlos por peso en almacenes a hacerlos por unidades en cajas, ideales para regalos y recuerdos de un viaje”, recuerda Matías.
“También empezamos a elaborar diferentes marcas de alfajores, para distintos mercados”, suma José. “El 25 por ciento hoy se vende en nuestros locales y el resto se vende en supermercados, sierras, aeropuertos y en todos los modelos de negocios. Tenemos cinco marcas, nueve bocas propias y más de 100 terceros que revenden, alcanzando los 500 puntos de venta en todo el país”, agrega.
“Chammas fue el que inventó el alfajor redondo. Y hoy es la golosina más consumida en la Argentina. Hoy trabajamos en la mudanza y en el desarrollo los nuevos alfajores sin Tacc, próximo a salir gracias a la adquisición de una nueva planta que se dedicará exclusivamente a elaborar productos sin gluten”, aporta Pedro.
“Estamos muy dinámicos, nos seguimos adaptando e incorporando marcas, productos y maquinaria–prosigue el más joven de la familia-. No nos quedamos y seguimos por lo que viene. El paraguas de la marca Chammas apalanca al resto”, sintetiza el joven empresario, a tiempo que advierte que el producto más vendido de la marca es el “alfajor cordobés relleno de dulce de leche”.
Historia Familiar
Chammas tiene 150 años de historia en la misma familia. Todo empezó con el ingeniero químico de Marsella (Francia) que llegó en 1840. El historiador Daniel Balmaceda, dice en su libro La comida en la historia argentina, que en 1869 augusto Chammas fundó la empresa por idea de su esposa Mercedes Lezama de Olivera, una santiagueña que había aprendido el oficio de hacer alfajores en su infancia, en el colegio de Huérfanas de Córdoba.
Fue por esos días que empezaron a tomar forma circular (desde siempre los alfajores eran cuadrados). Y no fue la única innovación: dispusieron para cada relleno un color particular en su empaquetado, siempre según el libro de Balmaceda.
Pero el que le dio un impulso empresario sin igual a Chammas, según explica Enrique, fue el hijo de ese matrimonio, Augusto segundo.
“Inscribió a Chammas como empresa en el registro de marcas en 1892 y construyó uno de los primeros edificios de Córdoba, en 9 de Julio 950 (hoy galería el sol), para que sea la dirección oficial de la marca, con venta al público y elaboración, todo en la misma propiedad, con más de 100 empleados. Allí mismo vivió los últimos años de su vida, comenzada la década de 1930”, aporta Finocchietti.
“Hizo una fortuna. Tuvo muchas propiedades y campos, hasta una planta de agua mineral en Traslasierra. Fue el verdadero hacedor de una gran empresa”, resume Enrique, quien conserva la biblia familiar en donde el acta de casamiento de Augusto segundo está firmada por su amigo personal, el cura Gabriel Brochero. Es una carta certificada por el Arzobispado de Córdoba.
Luego la empresa pasó por hijos y sobrinos, descendientes directos de los fundadores, que mucho protagonismo tuvieron en la sociedad cordobesa, por ejemplo en la fundación de la Asociación Empresaria Hotelera Gastronómica de Córdoba.
“Mi abuelo Alberto Finocchietti fue el de la idea de tirar alfajores en la avioneta. Y también tuvo la idea de comprarle la parte de la empresa a los hermanos de su mujer, mi abuela, una de los 12 hermanos Chammas”, concluye Enrique, sin dudas un referente de esta familia.
Hace 10 años, las primeras camadas de egresados de las escuelas de gastronomía de la ciudad volvían de sus viajes experimentales a Europa y lanzaban en Córdoba una “nueva cocina”: productos locales, detalles gourmet, la búsqueda de una identidad más elegante.
Pero el tiempo y la crisis probablemente generaron un desgaste en esas concepciones, y hoy en Córdoba estamos viviendo un regreso a las fuentes. Los bodegones o comedores clásicos están más vigentes que nunca y contienen las expectativas de los que todavía quieren y pueden salir a comer cualquier día de la semana, sin dejar el pellejo en la cuenta.
Hay clientes a los que les importan más la calidad de la comida y el servicio que el diseño de interiores. Y no importa que no sean sabores sofisticados o que estén alejados de los polos gastronómicos más calientes, porque estos clientes sin duda priorizan el comer bien y salir a tomar aire fresco en medio de tantas malas noticias.
Servicio exprés
Si en algo se destacó en esta visita la segunda sucursal de La Ruleta de Pancho, que está ubicada en barrio Cerro Chico, fue en la velocidad y en la calidad del servicio. Es martes a la noche y el local está trabajando más que bien. Tal vez la explicación esté en los precios y en el ítem anterior.
Las empanadas, por ejemplo, que pueden ser una perfecta entrada en cualquier lugar, aquí cuestan apenas $ 25. ¡$ 25! ¡Menos que un sándwich en un quiosco!
En otros restaurantes, que probablemente estén (por desgracia) semivacíos la misma noche, pueden llegar a costar hasta $ 75. Esta criolla frita llegó realmente encantadora, con carne molida, algo dulzona y detalle de huevo duro en el relleno. Hay versiones más elegentes, pero el horno no está para ciertos lujos.
Bife de chorizo
El bife de chorizo que sirven en La Ruleta de Pancho es excepcional. El fuego de la parrilla se ve desde el salón y con mucha brasa obliga a un vuelva y vuelta que en algunos minutos deja en su punto justo de sal, caramelización y jugos traslúcidos a un exponente de cuatro centímetros de alto.
La parrilla anda como un Fórmula Uno, y con estricto control de ingeniería parrillera (los ojos y la mano del parrillero) las cosas salen de este modo. ¿Cuánto cuesta un bife de chorizo en La Ruleta de Pancho? Hay cartas en las que cotiza a más del doble, pero aquí cuesta sólo $ 220. La grasa está tan dorada que no hay quién se atreva a dejarla de lado.
Se acompaña con papas fritas de buena factura ($ 90), lo que equivale a decir que son hechas en casa y salen doradas, crocantes, sequitas y suaves por adentro. En la cocina se ve mucha gente trabajando, por eso hay velocidad en el servicio y precisión en las tareas.
Ravioles
También quisimos probar un plato de pasta, y la rellena siempre es un buen punto para valorar porque se ve la mano en la calidad de la masa y en el mismo relleno. Estos ravioles ($ 170) son de pollo y espinaca. Salen en un plato hondo con salsa rosa.
Se presentan con una gran cantidad de queso encima y la verdad es que son fieles representantes de la tradición nacional. La pasta es agradable y nada en un tuco (en este caso con crema). Algunos meten el pan y a otros les gustaría tomarse la salsa desde el plato, pero se contienen.
Ambos pasos se acompañaron con un vino Santa Florentina Malbec de 187 cc, que equivale a una copa y media ($ 50). Ojo que también hay vinos de gama media muy bien parados como el Ruca Malen Reserva ¾, a sólo $ 270. También hay etiquetas de moda como Cordero con Piel de Lobo, pero no tienen precio aún en una carta de vinos que tiene varios tachones.
Postre y despedida
Antes de irnos hacemos la clásica visita al baño. Orden, limpieza y disposición de elementos descartables. Volvemos y por suerte ya estaba el postre en la mesa. Un clásico flan mixto ($ 90), con crema y dulce de leche.
Tiene un centímetro de caramelo y una base bien amarilla por la presencia de yema extra en la mezcla. Una textura bien lisa y una suavidad que marida desde siempre con los ingredientes extras que pedimos.
La Ruleta de Pancho es un clásico de Córdoba, de barrio Alberdi. Que haya aterrizado en Cerro Chico dice a las claras que la experiencia de la comida tradicional está queriendo volver a los barrios más acomodados. Y si la gente obtiene un buen servicio, seguramente tendrá futuro por varios años más.
La Ruleta de Pancho
Calificación: muy bueno.
Spilimbergo 4048, Cerro Chico.
Abierto de martes a sábados mediodía y noche. Domingos, al mediodía.
Teléfono (0351) 481-9025.
Efectivo y tarjetas.
Cubierto $ 5.
empanada-ruleta-de-pancho_1568895585.jpgflan-la-ruleta-de-pancho_1568895654.jpgBife de chorizo en la nueva sucursal de La Ruleta de Pancho.Empanada frita en La Ruleta de Pancho.Flan mixto, clásico postre de los comedores argentinos.
El torrontés riojano es nuestra única cepa original y de los Valles Calchaquíes salen cada vez más espléndidos modelos a partir de esta cepa. Y muy diferentes entre sí, con la personalidad de cada enólogo. Alejandro Sejanovich es la mente y el alma detrás de este vino, un blanco de Salta con rusticidades limadas con maestría que ofrecen un paladar complejo y completo, de flores y toques herbales en su justa medida. La acidez es apreciable, predomina cierta untuosidad alegre que refresca, y eso lo hace perfecto para acompañar una picada completa.
2. Fammi l’amore, Arancione. $ 254
Del laboratorio de Ernesto Catena van saliendo cada día más cosas interesantes. En botella pequeña, de 355 ml y tapa corona, este vino artesanal que combina Viognier y Semillón es un apreciable ejemplar de vanguardia. Un vino de color naranja oscuro, con destellos cobrizos, es casi misterioso por su envase diferente y etiqueta sensual. Rarísima exuberancia de fruta ácida, suavemente rasposa. Es perfecto para tomar bien frío por la tarde, o para llevar unas botellitas al río. Refrescante y misterioso, una apuesta singular que hay que probar.
3. Luigi Bosca, Del Alma, Blend de blancas. $ 720
Refinado, aterciopelado, terso: una delicadeza absoluta para un vino que mezcla lo mejor de las uvas blancas para mostrar que los blancos son cosa muy seria. Vibra en la boca, con tersura frutal, y después deja un largo rastro de sabores a fruta y flores. No tiene paso por madera, por lo que los sabores y aromas son naturales y francos, de acidez auténtica. Un blanco de primera para acompañar pescados delicados, como una merluza a la manteca y alcaparras.
4. Terrazas de los Andes, Torrontés, Salta, 2017. $ 470
Tan misterioso es el mundo del vino que con una misma uva se pueden hacer miles de cosas distintas. Nadie diría que el rústico y prodigiosamente floral torrontés puede convertirse en algo tan delicado y levemente meloso como este blanco que vinifica Terrazas de los Andes en los Valles Calchaquíes. La sabiduría aplicada a domesticar la uva y a hacer un vino blanco afable y urbano, con toques leves de hierbas que lo hacen perfecto para el sushi.
5. Aequus Nocte, Bodega Vila, 2018. $ 330
Los rosados han cambiado la perspectiva histórica con la que se los presentaba. Nada de dulzores extraños ni ácidos agresivos. Bodega Vila hace este producto combinando cabernet y malbec que demuestra lo que el rosado puede ofrecer: untuosidad plena, algo de frutilla y leves briznas de cítricos deja un amargor sobre el final que potencia la estructura. Pleno y expresivo, deja flores en la boca y, si se lo toma bien frío, es perfecto para acompañar comidas intensas.
6. Chandon Apéritif. $ 440
Una buena idea de Chandon para aportar a las costumbres argentinas. Es un espumante con suave gusto a cáscara de naranja y especias, que conforman una refrescante bebida que se asemeja a los tradicionales aperitivos italianos. Este tiene un toque más francés, con profundos rastros de naranja, tomillo y mucha burbuja. Recomendable para tomar con hielo y una hojas de menta. Mientras se prende el fuego del asado, es la mejor compañía.
7. Corazón del sol, Semillón 2018. $ 550
Una uva muy apreciada antaño por su prodigalidad, ahora empieza a apreciarse por su calidad en blancos muy cuidados. Y eso es de festejar. Estas uvas provienen de un antiguo viñedo de El Zampal, en Tupungato, y ofrecen un vino sobrio y muy refinado. Tiene un leve paso por roble, que redondea la calidez del líquido y empuja los sabores. Casi transparente, el color engaña, porque tiene guardadas intensidades varias y una muy agradable acidez. Con arroz y langostinos o paella, ofrece una combinación sublime.
8. Lui, Pinot Noir Brut Nature. $ 500
A veces basta cambiar una costumbre para apreciar mejor las cosas. No esperar el postre ni la fiesta para abrir un espumante: el mejor momento es antes o durante la comida. En realidad va con todo. Mauricio Vegetti hace este espumante en el cual la tipificada del pinot noir se deja apreciar con claridad. De un hermoso color asalmonado, es de burbuja intensa al principio y fina y persistente después. Rastros de frutilla típicos del pinot noir, concede mucha frescura y juega con los quesos blandos de manera sensacional.
9. Biplano, Pedro Giménez, Mendoza 2018. $ 275
Para los que buscan cosas nuevas y distintas, una novedad doblemente apreciable: la bodega Biplano de Fabián Vicario y este blanco de uva Pedro Giménez, tradicional uva española, antiguamente plantada en Argentina, pero con poca expresión como varietal. Se despliega en la boca con intensidad mostrando toques de pomelo, espárragos y cáscara de limón. Mucha potencia de entrada, con buena acidez y un dejo ajerezado al final. Si quiere romper mitos, pruebe este vino blanco con pastas, como por ejemplo unos ñoquis con salsa, y verá que un buen blanco va con todo.
10. Latitud 33, Blanco Dulce. $ 245
La combinación dulce y fresco es un festejo para el paladar después de una comida. A la hora del postre, no hay que privarse de acompañar con alguna bebida rica lo que esté disponible. La línea Latitud 33 presenta este vino muy adecuado para llenar la hora final antes del café y para acompañar cualquier preparación dulce, como chocolate o masas, de esas que no van con el tinto. Beberlo casi helado le hace muy bien.
El proceso está totalmente industrializado por más que usen hace más de 100 años la misma receta. “Uno de los condicionantes para toda empresa que provea maquinaria es la de respetar la receta original de Chammas”, expone José Finocchietti.
Primero se elaboraron en el Centro (en “la calle Angosta” o Pasaje Santa Catalina), luego en la “calle Empedrada” o San Martín, más tarde en 9 de Julio 150, luego en Alta Córdoba (ex cine Astral), y en barrio Talleres. Hoy, están estrenando planta en el 150 aniversario en la Circunvalación.
Matías explica el proceso: “La mezcla de harina, azúcar, leche, manteca y huevo para la masa se realiza en una mezcladora y luego va a la cámara de frío. Más tarde se corta y se pasan por la sobadora para que queden a punto las láminas. Luego van a una máquina de moldes que las corta en círculos”.
Y sigue: “Pasan a un horno y de ahí a una máquina donde reciben por tandas el dulce de leche (o el relleno que sea) y más tarde pone la otra tapa. Luego el mismo proceso los lleva al glaseado, que es una capa de azúcar y agua que los deja brillantes”.
“Luego pasan a la envasadora. Justo en estos días se está incorporando una nueva máquina que automatiza aún más este último proceso. Adquirida sin créditos, como siempre con ingresos genuinos”, aporta Enrique. Y concluye: “El crecimiento de Chammas siempre ha sido lento pero permanente, siempre trabajando de este modo hemos llegado hasta aquí en manos de la misma familia”.
Pioneros en el país
Sin dudas los Chammas fueron pioneros en el país en materia de alfajores. Merengo de Santa Fe es la única fábrica que puede competirle a nivel antigüedad. El historiador Daniel Balmaceda sugiere en su libro que en 1851 ya vendía en su almacén de Ramos Generales los alfajores que le proveían las hermanas Piedrabuena, unas vecinas del Centro de Santa Fe.
Y agrega que la tradición de llevar alfajores de regalo también nació en la provincia vecina. “En 1853 la provincia se vio revolucionada por el arribo de los constituyentes. Y cuando el congreso terminó, todos los que participaron de ese evento histórico volvieron a sus casas con alfajores santafecinos de regalo”.
Se anuncian algunos eventos especiales en bares y restaurantes para celebrar la llegada de la primavera. Por ejemplo, el hotel Sheraton (Duarte Quirós 1300), organiza el sábado desde las 21.30 un mega evento con cena y baile. Tiene recepción, estaciones de comidas, degustación de pastelería, barra de tragos, brindis, show en pista y menú de madrugada. Precio: $ 1250. Reservas al (0351) 526-9170.
Por su lado, Windsor Bar (Buenos Aires 214) organiza el viernes 20 una cena especial con entradas para compartir, plato principal de vacío de cerdo, batatas asadas, puré de batatas y mostarda de peras. Postre: crema de quinotos, cítricos y chocolate blanco. Precio por persona $ 1100. Incluye bebida sin alcohol y vino. Además, a partir de las 22, habrá música en vivo con Philarmonie, un ensamble de pop sinfónico. Y el miércoles 25, organiza una cena maridada con cervezas artesanales. Reservas al (0351) 156-863188.
Papanato (Río de Janeiro 179, Villa Allende) lo hace a pura papa y música con un “¡Papalooza!”, una fiesta que anuncia 2×1 en cazuelas de papas fritas (de jueves 19 a sábado 21 de 18.30 a las 21) y djs invitados. Entrada libre. Más info en las redes de papanato.
Tucson abre en la zona sur de la ciudad
Tucson, que ya cuenta con un local en Rafael Núñez 3803, Cerro de las Rosas, acaba de abrir en la zona sur de la ciudad, más precisamente en barrio Rogelio Martínez (en Félix Olmedo 2018, esquina Arenales). El restaurante-steak house americano, se expande a un nuevo local mantiene el mismo estilo moderno con instalaciones de alta gama. La comida de Tucson es una de las mejores elaboradas en su estilo en la ciudad: tradicional comida norteamericana y coctelería clásica. Más info en sus redes sociales.
Dante Enriquez presenta El show del Sándwich
El chef Dante Enriquez, conocido por su participación en el programa de Canal Doce El Show de la Mañana, presentó esta semana su segundo libro, El show del Sándwich, que se presenta como “una selección de alternativas”: con pan de pizza, de campo, de hamburguesa, integral o sin harina; con carne, vegetarianos o sin TACC, con sobras o novedosos ingredientes. Los aderezos son un capítulo aparte, el toque especial a la hora de combinar los distintos tipos de pan y alimentos. Luego del éxito de Cocinar con lo que hay, el reconocido cocinero de la Hamburguesería 7 Onzas y Bodegón 7 Onzas de Mendiolaza sorprende una vez más con innovadoras y a la vez prácticas recetas para disfrutar. Ya está en todas las librerías a $ 590.
Parrilla completa (con entrada y postre) a $ 600
Parrilla El Bajo (Andrés Lamas 3290) anunció sus sugerencias de primavera. Parrilla completa (mesa de entrada y ensaladas, siete cortes de carne y postre) $ 600. Sorrentinos caseros de verdura $ 290. Mesa de entradas y ensaladas $ 350. Mesa de entradas y ensalada más corte de carne $ 550. La parrilla está abierta de miércoles a sábado a la noche y domingos al mediodía. Teléfono (0351) 156-501752.
Tardes de té en el hotel de la Cañada
Restaurante Hotel de la Cañada (Marcelo T de Alvear 580, Güemes) presentó una nueva propuesta de Tardes de Té. Durante todo el mes de septiembre, de 17 a 20, habrá gran variedad de dulces y salados para degustar. El precio por persona es de $ 515. Consultas y reservas al (0351) 4208-000.
Tucson abrió en la zona sur.Dante Enriquez.Parrilla El Bajo.Tucson abrió en la zona sur.Dante Enriquez.Parrilla El Bajo.
Partimos de la base de que es difícil imaginar una pizza sin queso. Para comprobar cuáles son las nuevas opciones veganas en un plato tan clásico, fuimos a dos pizzerías muy distintas: una con casi 70 años en el rubro y otra que abrió hace tan sólo dos meses.
Pizzería Don Luis es tan clásica como el plato italiano que ofrece. Y sus responsables, que conocen el mercado más que nadie, pueden decir cuáles han sido los cambios de hábito que han llevado a los comensales a exigirles modificaciones drásticas dentro de su menú.
“30 años atrás no había nada light, nada cero. Hace 10 años nadie pedía un agua o una saborizada. El agua era para los que estaban enfermos”, arranca diciendo Pedro Iudicello. Y agrega que desde entonces tuvieron que cambiar el grosor de la masa porque la gente demandaba menos harinas.
En ese sentido, el dueño de Pizzería Don Luis explica que 50 años atrás había una pizza llamada “de verduras”, que tenía espinaca y cebollas con salsa blanca.
Esa variedad tuvo que ser discontinuada con el tiempo porque ya nadie la quería.
Las casualidades de la vida hicieron que pocos años atrás la volvieran a ofrecer con el nombre de “pizza vegetariana”, porque, si bien podía no tener queso de vaca, sí tenía salsa blanca. Pero la opción vegana va mucho más allá porque el queso es, increíblemente, de papa.
Maxi Castro, maestro pizzero del local ubicado en avenida General Paz 338, comenta que este queso se trabaja casi de la misma forma que el de vaca, ya que se derrite y toma la misma textura.
La diferencia es que para obtenerlo hay que partir de un puré de papas al que luego se le agrega la levadura nutricional para que tome la consistencia de queso.
El veredicto de esta periodista es que su sabor es bastante similar al de un queso cremoso corriente. Y que, con los agregados de cebollas y de morrones, se puede decir que la pizza es tan deliciosa como puede ser cualquier pizza bien hecha.
La otra variedad de Don Luis tiene tomates, rúcula, chía y aceitunas negras. Consultado sobre la demanda para estas ofertas, Iudicello dice que sin dudas funcionan muy bien y que por eso las mantienen. Castro, por su parte, asegura que salen mucho para pedidos de delivery, ya que no hay muchas casas de comida con opciones veganas.
“La idea es cerrar la grieta y que cuando venga un grupo todos se sientan incluidos”, remata Iudicello.
Una opción cool
La segunda opción es de un lugar completamente distinto. Se trata de Pizza Madre, un local colorido y vanguardista ubicado en La Cañada, en pleno Centro.
Este espacio de pizzas al paso tiene cinco opciones muy bien trabajadas, con la particularidad de que son realizadas con masa madre.
En palabras de uno de sus dueños, la decisión tiene que ver con volver a los orígenes y comer más sano.
Sobre por qué elegir este tipo de masa, Mariano Pierini dice: “No tiene levadura química, sino que usamos un fermento natural que reacciona en frío. Eso hace que cuando comés la pizza ya esté fermentada y entonces cae mucho más liviana, no fermenta dentro del estómago. La levadura come azúcares y gluten, entonces la masa queda liviana. Aunque no es apta para celíacos, es muy suave”.
Cuando se le pregunta por qué agregó una opción vegana, Pierini dice que ellos pensaron cinco variedades con mucha personalidad y que idearon una apta para quienes no comen derivados de animales.
“Por la zona hay muchos turistas veganos y no encuentran opciones para ellos. Por eso es que esta les encanta. Muchos han vuelto”, dice Pierini, y asegura que claramente las pide el público vegano porque para el resto hay otras opciones muy deliciosas, como la que tiene queso azul y miel.
Esta variedad, llamada “de chancha”, tiene salsa y cubos de tomates traídos desde Mendoza, orégano de una huerta de Carlos Paz y una tapenade hecha con aceite de oliva, con aceitunas negras y con ajo asado.
Varios de sus ingredientes son orgánicos.
Sin dudas la pizza es rica, aunque no tiene queso. Lo que le da el sabor distintivo es la pasta tapenade. La masa es superfina y, efectivamente, liviana.
Los precios
Don Luis: pizza entera ocho porciones, a 395 pesos.
Pizza Madre: pizza tamaño individual con cuatro porciones, a 110 pesos.
pizza-madre-web_1569258743.jpgA tono con la época. En Don Luis incorporaron pizzas veganas a su carta. (Facundo Luque)
McDonalds acaba de lanzar en sus locales de Estados Unidos el Oreo Mint McFlurry, una nueva versión de su postre clásico. La curiosidad en este caso es que se trata de menta, uno de los sabores más queridos u odiados por los amantes del helado.
McDonald's is testing an Oreo Mint McFlurry and it looks as good as it sounds https://t.co/JeXx5E5e68
Como suele ocurrir con estos nuevos lanzamientos, por ahora el postre está en una fase de prueba durante dos meses. Si llega a funcionar, puede que quede en el menú de McDonalds de forma permanente y luego llegue a otros puntos del mundo, como Latinoamérica.
El Oreo Mint McFlurry tiene un costo de 2,69 dólares. Una vez difundido su lanzamiento, como era de esperarse, no tardaron en alzarse algunas voces en redes sociales para elogiar o criticar este nuevo producto. El youtuber Peep THIS Out! publicó un video con su experiencia de este nuevo McFlurry y, aunque reconoce que no es un gran fan de la menta, deja en claro que le encantó.
Así se ve el nuevo McFlurry (imagen: captura de YouTube).
La cadena Mostaza (con tres sucursales en Córdoba) acaba de relanzar una nueva hamburguesa. Se trata de la Mega Bacon & Champignon, que se comercializa en combos desde los $ 355. Las direcciones de los locales en Córdoba son Paseo del Jockey (Elías Yofre 1050), shopping Patio Olmos (Vélez Sársfield 361) y Córdoba Shopping (José Goycohechea 2851).
El Mesón ahora también en Villa Belgrano
Acaba de abrir la segunda dirección de El Mesón en Gauss 5780, en Complejo Greenwich (Villa Belgrano), una galería que incluye barbería, centro de estética y local de accesorios para motos, entre otros servicios. La propuesta es parecida a la del exitoso resto bar de calle Tejeda pero aquí hay varios extras, como sala para niños y barra de tragos hasta las 03 de la mañana. Los platos recomendados son la hamburguesa conocida como “La Bestia”, el lomito de ternera, las ribs de cerdo, y sugerencias propias a la parrilla, al horno de barro y nuevos platos vegetarianos. Además, se anuncian talleres diversos y shows en vivo. "Es una propuesta renovada", dijeron Natalia Gómez Castaños y Ale García, los responsables de El Mesón. Teléfono (0351) 152-211627.
Noche de vinos salteños en Goulu
El jueves 10 de octubre desde las 21.15 en Goulu (Rafael Núñez y Roque Funes) se anuncia una noche de cocina y vinos de Salta (Amalaya y Colomé), organizada por Nicolás Costantini. Menú: gazpacho de maíz dulce. Anticuchos de entraña con salsa de sauco, cebolla melosa y teja de papa amarilla. Raviolitos de cabrito y calabaza en masa de Tannat. Paletilla de cerdo laqueada con salsa de maní, camotes cítricos asados y mostarda de papaya. Bolanchao de zapallo, nueces y queso fresco acompañado de espuma helada de chilto y miel de caña. $ 1100. Reservas al (0351) 481-8086 y 157-571320.
Merienda de primavera en Encontraté Laboratorio
La Casa de té Encontraté Laboratorio (Montevido 611) propone como sugerencia de primavera un combo que incluye dos escones ingleses con mermelada casera, un sándwich de pan de campo con jamón cocido y queso, más una tetera de té de autor, a $ 260. Se puede ordenar con extras como jugo natural, limonada o café. Teléfonos (0351) 424-6479 y 153-740097.
El ránking de las últimas críticas gastronómicas de VOS
Este es un ranking elaborado según la calificación de las 10 últimas visitas del suplemento Vos a restaurantes de Córdoba:
el_meson_1569521717.jpegInmigrantes se destaca en Villa allende."Mega Panceta y champiñón", la nueva hamburguesa de Mostaza. Inmigrantes se destaca en Villa allende.El Mesón ya está en Villa Belgrano.
Barrio Güemes explota. Está lleno de vida un miércoles a la noche, con muchos estudiantes tomando cervezas en los bares que abundan por Belgrano, Achával Rodríguez, Fructuoso Rivera y todas las callecitas de la zona, revalorizadas o en vías de, con nueva iluminación y zona peatonal.
Entre la marea de cervecerías entramos a una de las pioneras a nivel país, que ya pasó los 20 años de trayectoria en la elaboración de cervezas artesanales. Este es el tercer local de la marplatense Antares en Córdoba (los otros dos están en Nueva Córdoba y Cerro de las Rosas).
Y entramos porque, caminando por la vereda, sonaba a buen volumen una canción de los Strokes, y eso es siempre un buen augurio. Una dosis de adrenalina justa para preparar al cuerpo para una cerveza. Y como estamos en primavera, la casa ya tiene lista en las pizarras las sugerencias de esta temporada.
Ipas moderadas
La cerveza artesanal tiene muchos adeptos entre los más jóvenes, porque no acostumbraron su paladar durante años con la cerveza industrial. Son más desprejuiciados a la hora de las degustaciones y buscan nuevas sensaciones. Y por sobre todas las cosas, aman la variedad IPA.
Para una persona más entrada en años, esta variedad puede resultan demasiado invasiva, por la fuerte presencia de lúpulo en su concepción, algo que en las cervezas industriales no ocurre. Es bien amarga e intensa. Pero en este caso, la sugerencia del mes es una IPA moderada, que se llama Wheat Ipa.
Es frutada, cítrica, refrescante. Elaborada además con trigo y no con malta, lo que le confiere un sabor más amable y sutil, distinto. ¡Ideal para un día de calor! Y la otra cerveza recomendada del día, llamada Playa Grande, es menos amarga todavía, más moderada en sus cualidades, ideal como puerta de entrada al mundo artesanal.
Es para destacar el asesoramiento de las mozas, explicando muy bien las características de toda la carta de cervezas. También la actitud del bartender, que se acercó a nuestra mesa ofreciendo probar una nueva cerveza con aroma a chocolate. Las pintas cuestan $ 165.
La comida
La comida en Antares es muy buena. No tanto por el pururú que sirven de appetizer, que sale de una máquina pochoclera muy pintoresca de color rojo que está en a un lado en el salón, pero sí por platos que vienen después. ¡Hay que ajustar esa maquinola!
La sala parece un refugio de montaña: mucha madera en las paredes, en mesas altas y largas (para compartir), en el patio y en vereda; también posters cerveceros, una buena escalera que conduce al piso de arriba y un pasillo que atraviesa el salón por el aire para llegar a los sanitarios.
Volvamos a la comida. Hay papas, hamburguesas, pizzas, picadas, sándwiches y lo mejor, porciones de platos que pueden salir como cena o como tapeo. Por ahí vamos a arrancar nosotros, vamos a organizar nuestra propia fiesta de la primavera, con Ipas y tapas.
Las tapas
Elegimos las Rabas ($ 190), el falafel ($ 275) y las albóndigas con salsa roja ($ 130). Todas buenísimas, sobre todo las rabas. Presentan textura crocante en un rebosado delgado, bien delicado. Además, se muestran muy tiernas y sabrosas. ¿Será la mano marplatense? Tal vez.
El Falafel es una de las opciones vegetarianas de la carta. Presentan buen sabor y crocancia estas croquetas de garbanzo, clásicas de la cocina árabe (y se acompañan con yogur y menta).
Y las albóndigas, elaboradas con pomarola y cerveza Porter, también se destacan, con activa presencia de cebolla, pimiento verde y laurel. Llegan tres bollos de pan en el mismo plato. Cada uno sabe qué margen tiene y sabrá que hacer con ellos.
Conclusión
Antes de partir vamos al baño y, además de estar súper equipado con descartables y turbina para secarse las manos, cuenta con descartable para el que prefiera secarse con eso o usarlo para otra necesidad. Da la sensación de que en infraestructura y servicio, Antares no escatima presupuesto.
Por todo esto, es una muy buena opción para salir a tomar una cerveza artesanal en la noche de Güemes, tan concurrida cualquier día de la semana. El barrio está lleno de vida y hay que aprovecharlo y latir con él en esta primavera 2019.
Parador Antares
Calificación: muy bueno.
Fructuoso Rivera 325, barrio Güemes.
Abierto todos los días desde las 18.
Teléfono (0351) 460-5032.
Efectivo y tarjetas.
guemes-4_1569517947.jpgtapas-antares-guemes_1569517857.jpgAntares Güemes está en Fructuoso Rivera 325.Tapas en Antares Güemes.Interior Antares Güemes.
Solamente el uno por ciento de la uva que se vinifica en el país es de Córdoba. Por eso en nuestra provincia el vino es por ahora un producto turístico y cultural. Y, por suerte, con gran diversidad de terruños, lo cual garantiza una experiencia distinta en cada bodega y en cada botella.
Sin embargo, en el último tiempo, el crecimiento de los viñedos implantados ha sido notable. Y las bodegas desarrollaron una fuerte transformación. Sus productos mejoraron mucho la calidad organoléptica, trabajan el enoturismo (con visitas guiadas, con restaurantes y con posadas), y el estándar en general es más elevado en todas sus propuestas.
Todo indica que se vienen muy buenos tiempos para el vino de Córdoba. Por eso, esta nueva situación obliga a los comunicadores enogastronómicos a trazar un paneo histórico de este buen momento del vino cordobés.
La Voz, a través de la Cámara de Bodegas de la Provincia, representada por su vicepresidente, Juan Cruz Borsotti, organizó en el bistró Goulu (Rafael Núñez y Roque Funes) una cata de los vinos ícono de cada bodega de nuestra provincia para ir en busca del perfil aromático de nuestros vinos en esta era: el año 2019.
El lugar elegido no es casual. El café y restaurante del chef propietario Gabriel Reusa siempre estuvo preocupado por difundir los Caminos del Vino de Córdoba.
La lista de bodegas que enviaron muestras de sus vinos icónicos es la siguiente: del Valle de Calamuchita, Vista Grande (Villa Ciudad Parque), Familia Furfaro (Villa Ciudad Parque), Río del Medio (Los Reartes), Finca Atos (Atos Pampa) y Las Acacias (La Cumbrecita); de Traslasierra, Viarago (Villa Las Rosas), La Matilde (San Javier), El Noble de San Javier (San Javier) y Finca La Loma (Loma Bola); de Colonia Caroya, La Caroyense, Patente X y Terra Camiare; del norte de Córdoba, Jairala Oller (Ischilín) y Del Gredal (San Pedro Norte).
A probar los vinos
La cata se realizó a ciegas, con planillas digitales que permitieron obtener los resultados inmediatamente. Fueron diseñadas por el sommelier Roberto Colmenarejo y cada planilla estuvo dividida en tres secciones (vista, olfato y gusto), con preguntas cerradas y abiertas (las menos).
La intención, como dijimos, fue ir en busca de un perfil organoléptico que distinguiera a los vinos de Córdoba, o al menos que reconociera si hay trazos aromáticos que unan a los vinos de cada región. La conclusión: hay que esperar al final del recorrido.
CALAMUCHITA
Bodega Vista Grande. Nombre del vino: 30/08. Añada: 2018. 100 por ciento cabernet sauvignon de viñedos implantados en 2008. Seis meses de barrica francesa. Vista: excelente transparencia y brillo, de color rojo. Olfato: intensidad media, excelente impresión, recuerdos terrosos, frutados y también floral. Gusto: agradable, de acidez media o baja, alcohol medio o alto, cuerpo medio, taninos altos, de sabor terroso y herbáceo. Armonía alta y media persistencia del gusto. “Buena fruta y aspereza”, rezó un comentario abierto.
Familia Furfaro. Vino: Primaterra malbec 2018. Viñedo de 2012. Vista: excelente transparencia y brillo. Color rojo rubí. Olfato: intensidad media. Excelente impresión. Identificación frutada y floral. Gusto: impresión excelente. Acidez, cuerpo, alcohol y taninos medios. Identificación: frutado y especiado. Muy buen equilibrio y persistencia media. “Algo de especias, pimienta negra. Se siente más la nariz que en boca, pero es fácil de beber. Gusta”, opinaron.
Río del Medio. Malbec implantado en 2011, cosecha 2018. Vista: muy buena transparencia, alta limpidez. Color rojo violáceo. Olfato: alta intensidad; identificación: frutado, herbáceo y roble. “Hay una vainilla agradable”, fue uno de los comentarios en ese sentido. Gusto: excelente impresión. Acidez, alcohol, cuerpo y taninos medios, presencia de roble, fruta y flores. Armonía alta (100 por ciento) y alta persistencia. “Buen equilibrio, armónico, elegante”, escribieron. Fue uno de los preferidos de la cata.
Finca Las Acacias. Malbec de viñedo implantado en 2013, cosecha de marzo 2018, en botella desde octubre de 2018, sin roble. Ubicación: pie de la Cumbrecita, valle de Calamuchita. Vista: muy buena transparencia, brillo alto, color rojo. Olfato: intensidad media baja, identificación frutado, floral y algo herbáceo. Gusto: agradable, acidez alta y media, alcohol y cuerpo medio, con taninos bajos. Identificación: floral, herbáceo y especiado. “Acidez muy marcada y falta de equilibrio”, advirtieron varios comentarios.
Rasgos en común: a la vista muy buena transparencia y brillo. Al olfato, frutal y floral. Acidez, alcohol, cuerpo y taninos medios. Gustos variados: mayormente frutados, florales y herbáceos, también terrosos, especiados, con roble.
TRASLASIERRA
Viarago. 100 por ciento malbec con manejo orgánico del viñedo. Cosecha 2018 del Valle de Traslasierra. Vista: transparencia y limpidez. Color rojo violáceo. Olfato: intensidad media, excelente impresión, identificación frutada y floral. “Roble apenas presente acomodando la fruta”, anotaron. Gusto: impresión muy agradable, acidez, cuerpo y taninos medios; identificación: frutado, especiado y algo de roble. Muy buena armonía y alta persistencia del gusto. “Frutas y roble bien equilibrado”, advirtieron los especialistas. Fue otro de los favoritos de la cata.
El Noble. San Javier Blend 2018 malbec, merlot, syrah. Seis meses en acero inoxidable y 12 de botella, sin paso por madera. Viñedo biodinámico. Partida: 2.500 botellas. Vista: excelente transparencia y brillo. Color rojo granate. Olfato: intensidad media. Excelente impresión. Identificación: frutado. Gusto: impresión agradable, acidez, alcohol, cuerpo y taninos medios; identificación: frutado, especiado y floral. Buen equilibrio y persistencia media.
Finca La Loma. Ubicado en Las Chacras Sur, San Javier. Plantado en 2009, cosecha 2018. Vino tinto 100 por ciento malbec. Transparencia media y muy buen brillo. Color rojo violáceo. Intensidad media y muy buena impresión. Identificación frutada. “Fruta madura, cereza y algo de frutilla", especificaron. Gusto: agradable. Acidez, cuerpo y alcohol medios y taninos altos. Identificación: frutado, herbáceo y especiado. Armonía y persistencia media. “Algo amargo”, coincidieron.
Rasgos en común: a la vista buena transparencia y brillo. Olfato: frutado, intensidad media. Acidez, cuerpo, taninos y alcohol medios. Gusto: frutado, especiado, floral y algo de roble.
COLONIA CAROYA
La Caroyense. Frambua temprana. 100 por ciento uva Isabella. Vista: excelente transparencia y brillo. Color rojo cereza. Olfato: intensidad media y excelente impresión. Identificación: frutal. “Mucha frutilla” coincidieron. Gusto: impresión excelente, baja acidez, bajo en alcohol, cuerpo y taninos. Identificación: frutado y floral. Muy buen equilibrio y poca persistencia.
Patente X. Gran Reserva 2017. Cabernet sauvignon 50 por ciento, merlot 30 por ciento y malbec 20 por ciento. 24 meses en roble. Uvas agroecológicas. Vinificado en Bodega Riviesse. Vista: transparencia y limpidez muy buena. Color rojo granate. Olfato: intensidad media alta; identificación: frutado. “Impecable”, sugirieron. Gusto: impresión agradable, alta acidez, alcohol y cuerpo medio, taninos altos. Identificación roble, frutado y terroso. Algunos reconocieron un leve amargor, media persistencia y equilibrio medio. Fue otro de los destacados.
Terra Camiare. Socavones cabernet cabernet 2016. 70 por ciento cabernet sauvignon de Cruz del Eje, 30 por ciento de cabernet franc de Quilino. 12 meses de barrica francesa. Vista: muy buena transparencia y brillo. Color rojo cereza. Olfato: intensidad media y excelente impresión. Identificación:frutado y floral. “Mermelada, compotas”, opinaron. Gusto: agradable. Acidez, cuerpo, alcohol y taninos medios. Identificación: frutado y herbáceo. Muy buen equilibrio y persistencia media. “Algo terroso y final un poco amargo”, coincidieron.
Rasgos en común: brillo y transparencia muy buenos. Olfato: frutal, intensidad media. Acidez, cuerpo, alcohol y taninos bajos, medios y altos (muy variados). Gusto: frutado, floral, terroso y herbáceo. Leve amargor. Equilibrio medio.
NORTE CORDOBÉS
Jairala Oller. Merlot 2016. Vista: excelente transparencia y brillo, de color rojo. Olfato: intensidad media, frutado y algo de roble, terroso y especiado. Excelente impresión. Gusto: agradable, acidez media, alcohol medio y bajo, cuerpo medio y bajo, taninos medios y bajos; identificación: terroso y frutado. Armonía alta, media persistencia del gusto.
Del Gredal. Etiqueta: Misitorco. 50 por ciento malbec de San Pedro Norte, 25 por ciento de bonarda de Cruz del Eje y 25 por ciento de cabernet sauvignon de San Pedro y de Cruz del Eje. Seis meses en roble americano. Cosecha 2018. Vista: excelente transparencia y limpidez. Color rojo. Olfato: intensidad media, muy buena impresión. Identificación: frutal. “Muy armonioso”, opinaron. Gusto: muy buena impresión. Acidez, alcohol, cuerpo y taninos medios. Identificación: frutal. Muy buen equilibrio y persistencia media.
Rasgos en común: excelente transparencia y limpidez. Olfato: intensidad media, frutal, especiado y terroso. Gusto: acidez, alcohol, cuerpo y taninos medios y bajos. Frutal y terroso. Armonía y persistencia media.
Conclusión
Luego de 14 muestras tintas (varietales, bivarietales, blend de uvas, blend de regiones), podemos decir que hay rasgos comunes. En palabras del sommelier Roberto Colmenarejo: “Los vinos cordobeses son ligeros, de mediana estructura, frescos y fluidos, con acidez presente. Los aromas y sabores predominantes son frutales y terrosos”.
El panel
El panel de catadores estuvo integrado por los sommeliers Roberto Colmenarejo, Javier Mercado, Valentina Livolsi, Judith Barengo, Darío Le Bihan, Javier Corigliano, Juan Cruz Araya, Mirna Campos, Shaira Chavero, Ariel Frappampino, Silvina Carranza, Mica Ferrero, Natalia Vensal y Natalia Muñoz. Participaron como invitados especiales el chef Roal Zuzulich y también los periodistas Javier Ferreyra y Lalo Freyre. Joaquín Asen y Nora Cingolani fueron los representantes de la Agencia Córdoba Turismo y de la Agencia Córdoba Cultura, respectivamente.
Columna de Opinión
Es prematuro hablar de terruño en el vino cordobés
Por Roberto Colmenarejo*
Estoy convencido de que todavía es prematuro hablar del terruño (o “terroir”) o de la tipicidad regional de los vinos cordobeses. Sacando a Colonia Caroya –donde se produce vino desde el siglo XVII–, la mayoría de las zonas productoras de nuestra provincia es bastante nueva, con viñedos que oscilan entre los 5-20 años de antigüedad y con pocas cosechas elaboradas como para tener referencia.
Por eso, lo que hemos tratado de hacer en esta cata es esbozar al menos las características más significativas que ofrecen los productos locales a nivel organoléptico. Para lograrlo, se elaboró especialmente una planilla de cata simplificada de opciones cerradas que minimiza la subjetivación de los catadores y permite tabular con mayor facilidad los resultados. Dicha planilla indica los atributos principales que deben observarse en los vinos, brindando un número acotado de respuestas posibles.
El área noroeste de la provincia, de clima cálido y desértico, ofrece vinos más maduros, estructurados y potentes, con acidez ajustada y taninos firmes.
El Valle de Calamuchita, con su clima más fresco y su mayor pluviometría, propone vinos algo más ligeros y fluidos, con sensaciones frutales frescas y herbales, con acidez más perceptible y taninos más suaves.
Y el área de Traslasierra ofrece buen balance, fruta y especias, acidez en equilibrio.
Por último, Colonia Caroya, con su clima templado y su régimen de lluvias intermedio, da vinos livianos, frescos, de alcohol moderado, acidez perceptible y taninos delicados.
* Sommelier.
vinos_1569521361.jpgvinos2_1569521361.jpgvinos3_1569521361.jpgvinos6_1569521361.jpgvinos7_1569521361.jpgvinos_8_1569521413.jpgvinos10_1569521439.jpgvinos_9_1569521421.jpgEn plena cata. Los expertos convocados por VOS dejaron sus notas de cata con el objetivo de ir descubriendo la tipicidad del vino hecho en Córdoba. (Pedro Castillo) vinos_1569521361.jpgvinos2_1569521361.jpgvinos3_1569521361.jpgvinos6_1569521361.jpgvinos7_1569521361.jpgvinos_8_1569521413.jpgvinos_9_1569521421.jpgvinos10_1569521439.jpg
En un evento llevado a cabo en la Usina del Arte en Buenos Aires hace unos días, se eligió al mejor sommelier de la Argentina. La sorpresa fue encontrar que los tres finalistas eran las tres finalistas: todas mujeres. El año pasado fue dos de tres, quienes se suman al predominio de mujeres ganadoras en las últimas ediciones.
Para ellas, no es ninguna sorpresa. Más bien es algo natural y forma parte del signo de los tiempos actuales. Valeria Gamper, la ganadora, observa que como es una actividad muy reciente, el universo masculino y femenino está equilibrado. Lo mismo señala Andrea Donadío, otra de las finalistas, que cuenta que se lo tomaron con risa al hecho de que las finalistas sean mujeres.
Y Stefanie Paiva, que llegó de Venezuela hace 8 años para continuar sus estudios de psicoanálisis y se enamoró del vino, señala que es una característica muy argentina el hecho de que haya tantas mujeres, no sólo como sommeliers sino en toda la cadena del vino, desde enólogas a ingenieras agrónomas y dueñas de bodegas.
Las historias personales de cómo llegaron a la sommelería es una prueba de casualidad primero y constancia después. Valeria tiene 35 años y empezó a estudiar hotelería. No tomaba vino, pero hizo un curso de bartender, necesario para su formación, y quedó fascinada con el mundo de los cócteles.
A pesar de que los cursos eran muy básicos, le resultó inspirador para continuar especializándose. En la gastronomía todo le parecía fascinante, porque todo plato cuenta una historia.
Como tenía que elegir una especialidad para recibirse, le preguntó a su profesora de francés qué significaba “sommelier”, y recuerda con risas que la profesora le contestó cualquier cosa, no tenía ni idea de lo que realmente significaba, porque la figura de sommelier aún no existía. A pesar de que no tomaba, la fascinación por las historias detrás de cada vino le parecían lo suficientemente románticas como para dedicarse a eso.
Valeria se encontró con un mundo encantador, plagado de historias, y también difícil, porque hay que estudiar mucho, entrenarse, investigar. “Un sommelier no es sólo alguien que recomienda un vino. Es un gestor: debe asesorar, comprender los gustos, entender al público, mover la bodega, saber vender, manejar precios. Son capacidades importantísimas. El sommelier genera valor agregado”, dice.
Saberes de sommelier
Desde este punto de vista se entiende la importancia del concurso, porque para llegar a la final tuvieron que recorrer un largo camino. Detrás de un buen sommelier hay mucho entrenamiento. En un restaurant hay que atender, comprender, correr, llegar con el pedido. Además hay que saber de botánica, de química, mucha teoría e investigación no sólo de vinos, porque hay que saber sobre hongos, trufas, chocolate, té, café.
El universo de los sentidos está presente en el trabajo del sommelier que debe especializarse por lo inabarcable que resulta el mundo del vino.
El comienzo fue difícil porque no existía el sommelier como figura en los restoranes, las bodegas y las ferias no se habían profesionalizado. Así empezó trabajando como camarera y después se dedicó a la educación, trabajó para bodegas, fue mamá. “Ahora es un trabajo reconocido, mis alumnos consiguen trabajo rápido porque el mercado se abrió y toda la cadena del vino comprende que el sommelier brinda un valor agregado fundamental al vino”.
Las tres finalistas coinciden en que en el concurso la parte más difícil es la parte teórica por la complejidad de temas y la variedad de saberes. Después la parte de la catación es pintoresca, aunque también difícil, porque hay que pasar pruebas diversas como cata a ciegas de vinos y también de destilados, reconocer sabores y bebidas como sake, mezcal o madeira. Es una prueba integral en la que se conjugan diversos saberes.
Satisfacer al comensal
A Andrea Donadio también la casualidad la llevó a ser sommelier. Cuenta que mientras estudiaba gastronomía la llamaron para reemplazar a una vendedora en una vinoteca. No sabía nada de vinos, pero lo mismo fue a dar una mano por una semana y se quedó dos años. Después se fue a España a trabajar con Martín Berazategui, el gran chef de 3 estrellas Michelin, y quedó fascinada con el trabajo del sommelier que tenía ese restaurante.
Cuando volvió, se interiorizó en el vino y logró una vacante como asistente en el restaurante de Michel Bras en Francia. Cuando volvió a Buenos Aires ya se pudo dedicar de lleno a un oficio reconocido y requerido. “Lo que más me gusta de la gastronomía es el contacto con la gente, lograr que al cliente le guste la experiencia, que lo deslumbre, que piense: “¿Te acordás de ese vino que tomamos?”. El lado del placer del otro es el objetivo que el sommelier estudia y debe saber acompañar porque en los vinos hay mucha diversidad y muchos matices y hay que lograr la química entre comensal y vino"."La labor no debe ser pararse en un pedestal, sino saber escuchar al cliente, porque tradicionales o renovadores. El cliente no siempre sabe lo que quiere, por lo que hay una labor de transcodificación para poder satisfacer al comensal” dice Andrea mientras señala que uno de los cambios fundamentales que observa es que el sommelier ya forma parte de la secuencia de servicio y en los restaurantes se espera la recomendación del sommelier, porque el conocimiento suma a la hora de relacionarse con un vino y ya no se piensa tanto en el precio sino en la satisfacción del cliente".
Entre la psicología y el vino
Stefanie apunta que la especialidad misma ha cambiado, porque ya no se trata de complicar el lenguaje del vino sino de simplificar la comunicación para acercar el vino, traduciendo las características del vino para que no sea tan confuso. “Que se tome vino pero que no abrume”, dice Stefanie, mientras resalta que esto ha sido percibido por la industria que cada vez más confía en los sommeliers.
La historia de Stefanie la llevó a especializarse en el vino mientras esperaba la inscripción a la maestría en psicología que quería hacer en Buenos Aires. “Si en mi vida he cambiado tantas cosas, qué me hace cambiar una más”, pensó, y arrancó una carrera en el vino que nunca imaginó tan intensa. “Nadie entiende la profundidad del mundo del vino. Siempre se sabe poco, porque es inabarcable”.
Tres mujeres que llegaron a una final de un producto cuyos consumidores son predominantemente masculinos, pero la impronta femenina se siente con intensidad en toda la cadena del vino. Las tres coinciden en que no es que la mujer sea más perceptiva a las cualidades del vino, sino en que se dio de manera natural la presencia de mujeres en el proceso de convertirse en sommelier y basta ver la lista de finalistas y ganadoras para observar el estado lugar femenino. “El mundo avanza y la mujer acompaña esos cambios” dice Valeria.
Alicia Ledesma es chef y desde hace poco tiempo se embarcó en la aventura de la pastelería. En menos de un año logró un reconocimiento dentro de un concurso que el Instituto Gastronómico Internacional (IGI) hace para buscar nuevos talentos culinarios.
Su postre se llama "Yuyito, vinito y amor" y logró quedar en el primer puesto del certamen, con un concepto que según ella fusiona la cocina cordobesa con la cuyana y las tradiciones pasteleras con elementos de vanguardia.
Los participantes fueron más de 130 y llegaron desde todas las provincias del país donde IGI tiene sede. También desde países como Chile, Bolivia, Paraguay, Uruguay y Colombia. Cada uno de ellos había sido preseleccionado desde su escuela de origen.
La idea era distinguir a tres pasteleros y a tres chefs que fueran capaces de crear platos originales utilizando productos de la región de Mendoza en combinación libre. Fue allí cuando Ledesma decidió afilar el lápiz para investigar qué podía aportar Córdoba a un plato hecho con elementos cuyanos.
Para seleccionar a los mejores, el concurso contó con el apoyo de la bodega Trapiche y tanto su chef Lucas Bustos, como el sommelier Rodrigo Kohn fueron parte del jurado que se completaba con la cocinera Isabel Vernal, el chef Raúl Combina y los periodistas Federico Lancia y Oscar Pinco.
Gustito cordobés
Orgullosa de su plato, Alicia relata que detrás de la presentación había un concepto autóctono que se reflejaba a través del uso de productos agroecológicos, saludables y locales.
Entre las condiciones para ganar estaba la utilización de ingredientes cuyanos, la elección de un maridaje entre más de 40 vinos y que el postre fuera una combinación de un mini gateaux (pequeña torta) y un shot.
Para cumplir con esas condiciones, "Yuyito, vinito y amor" estaba compuesto por un mini gateaux hecho de masa sable de harina de algarroba, con corazón de manzanas verdes escalfadas en un vino espumante Chardonnay y una mouse de salvia.
La otra parte del postre era un shot de peras escaldadas en almíbar de vino espumante con una crumble de almendras y una mouse de peperina que se hace en base a un merengue italiano (al que Alicia le agregó vino espumante). La decoración era una tierra de algarroba y avena con flores de salvia coral.
"El postre estuvo maridado con un Fond de Cave extra brut, ya que se acopla y comparte sabores frutales, se complementa o contrapone con sus notas cítricas, y completa o suma textura con sus burbujas a las mousse y masas", explicó la chef.
En ese sentido, hubo algunos elementos que sirvieron para empujar el concepto del plato y –según ella- pudieron ser clave para obtener el premio mayor. Entre ellos estaba la famosa peperina. Sobre eso, Ledesma dice que "hay elementos en la zona centro o noroeste del país donde es muy común que se usen los yuyos para cocinar, para el mate, y para las infusiones" y también advierte que su búsqueda tuvo que ver con visibilizar productos que están en peligro de desaparecer.
Sobre el premio, la chef asegura que no podía creer cuando la nombraron en el primer puesto: "Vi cosas muy buenas, con mucha técnica. Sabía que mi plato estaba bien porque me llevó mucho tiempo de investigación y de trabajo poder hacerlo, pero creía que había platos que estaban mejores".
Por su parte, el primer puesto de gastronomía fue para Paraguay, con su representante la pastelera Miriam Sanae Kurita. El plato fue un rack de cordero marinado en especias, con salsa bechamel permuchada con echalotte y espumante acompañado con tomaticán y ensalada fría de quínoa.
El postre "yuyito, vinito y amor" (gentileza, Alicia Ledesma)
La Fiesta Nacional de la Cerveza es un clásico de Villa General Belgrano desde hace 55 años. A pocos días de la próxima edición, que se realizará en la ciudad de Calamuchita del viernes 4 al domingo 14 de octubre, expertos de la cerveza explican conceptos comunes de la cerveza alemana, impulsados por la aplicación Babbel, para el aprendizaje del idioma.
Las cervezas alemanas, muy tradicionales, están obligadas por una ley de 1516 a producirse sólo con agua, malta de cebada y lúpulo, y por eso no pueden utilizar otros ingredientes... aunque sí explorar diferentes variedades. Aquella Ley de Pureza de la Cerveza, promulgada en Baviera, realiza clasificaciones de acuerdo a la gravedad específica, término más conocido por sus siglas en inglés OG (Original Gravity). "Una cerveza que tiene una OG de 12 °P, tiene 120 gramos de extracto por cada 1.000 gramos de líquido".
Estas son las cuatro: Einfachbier, OG de 1,5 °P a 6,9 °P; Schankbier, con OG de 7,0 °P a 10,9 °P; Vollbier, con OG de 11,0 °P a 15,9 °P; Starkbier, con OG de 16 °P.
Tipos de cervezas alemanas
Kölsch. "Es una Vollbier clara, filtrada, de alta fermentación. Tradicionalmente, se degusta en un vaso fino, cilíndrico y alto, con capacidad para 0,2 litros. Según la región, el vaso es llamado Kölschglas o Stange. Las tres marcas más populares de cervezas Kölsch son Reissdorf, Gaffel e Früh".
Lager/Export. Lager es el nombre que se le da a las cervezas de baja fermentación con menos de 12 °P OG. A partir de 12 °P OG, la cerveza es considerada Export. Diseñada para el transporte de larga distancia, tiene mayor fermentación para dure más antes de vencerse. Tanto la Lager como la Export pueden ser rubias o negras, lo que define el color es la malta. Son consumidas sobretodo en Baviera, en Baden-Wurtemberg y el valle del Ruhr. La Lager es servida normalmente en vasos y la Export en chops de vidrio. Las marcas que ofrecen esos tipos de cerveza son: Augustiner, Löwenbräu e Staatliches Hofbräuhaus München. Bockbier. Es una cerveza fuerte, con OG por encima de 16 °P y una graduación alcohólica de 6,5%. Cuenta la leyenda que, en el siglo XIV, la cerveza era hecha en Einbeck. Los duques y príncipes de Múnich la apreciaban tanto que terminaron trayendo un maestro cervecero de Einbeck a su ciudad. La bebida, conocida como nach einpöckscher Art (al estilo de Einbeck) se popularizó y, con el tiempo, el nombre se redujo hasta llegar a Bock. Una Doppelbock es una versión más fuerte de la Bock. Históricamente, era producida por los monjes de la orden de los Paulaner, fundada por San Francisco de Paula.
Malzbier. Esta Vollbier de alta fermentación tiene un OG promedio de 11,7 °P. Como la levadura es agregada a una temperatura de 0°C, la fermentación alcohólica es extremadamente baja, permitiendo que la Malzbier sea considerada no alcohólica. En Alemania, Vitamalz y Karamalz son las marcas más conocidas.
Pilsen o Pils. Es una cerveza de baja fermentación y con alta concentración de lúpulo, en comparación con otras cervezas, con OG máximo de 12.5 °P. El nombre proviene de la ciudad de Plzeň, en la República Checa. Sin embargo, fue inventado por un alemán de Baviera llamado Josef Groll. La creación de Groll fue servida por primera vez en 1842. Hoy en día, la Pilsen es la cerveza más consumida en Alemania.
Schwarzbier. Es una cerveza de baja fermentación, con OG mínimo de 11 °P, con lo cual pertenece a la categoría de las Vollbier. El color oscuro de la cerveza viene del uso de la malta torrada o malta oscura. Y claro, la Schwarzbier también es producida de acuerdo con la Ley de Pureza. La Schwarzbier se sirve comúnmente en un recipiente tradicional llamado Pokal. La Köstritzer es una de las marcas de cerveza negra más conocidas en Alemania.
Weizenbier. Es una cerveza producida con trigo o malta de trigo. Por ese motivo, no cumple con la Ley de Pureza, pudiendo ser considerada como un grupo independiente de cerveza. Es bastante popular en Baviera, donde es de baja fermentación, generalmente con OG de 11 °P a 14 °P. Tradicionalmente, la Weizenbier bávara es degustada en vasos largos de medio litro. La Berliner Weisse es de alta fermentación, siendo producida con una mezcla de trigo y de malta de cebada, además de contar con el aporte de bacterias lácticas. De ahí su gusto ácido. La Berliner Weisse se toma en cáliz. Primero se agrega el jarabe. Después, se completa con media botella de Berliner Weisse.
Habían prometido que iba a haber otra edición de la fiesta de los ’90 y están cumpliendo. Este miércoles y jueves, Pétalos de Sol, el mítico bar de la Cañada, vuelve a ofrecer su “Noche de los ‘90”, en donde los precios de las bebidas son similares a los de aquella época.
Los valores son realmente sorprendentes. La cerveza de litro costará $10, la jarra de sangría $10, la jarra grande de fernet con Coca la venderán a $30, lo mismo que la jarra de Campari o gin nacional.
La promo comenzará a las 23.59 y se extenderá hasta las 1.30, los dos días. Para ingresar hay que abonar una primera consumición al valor normal actual de $ 200 (y ese ticket se puede consumir antes o después de las 1.30), y luego sí se pueden adquirir las bebidas al mismo precio que costaban en la década del ’90.
Las anteriores veces que hicieron estas fiestas la convocatoria fue abismal. Todo hace suponer que ahora volverá a ocurrir lo mismo.
WhatsApp_Image_2019-10-02_at_13.32.52_1570035185.jpegMarketing oportuno. Los responsables de Pétalos de Sol le encontraron la vuelta a sus noches promocionales de alto impacto. WhatsApp_Image_2019-10-02_at_13.32.52_1570035185.jpeg
En un país con la tradición vitivinícola que hay en Argentina, el anuncio de la venta de vino en lata es algo cuanto menos llamativo.
Sin embargo, Ball Corporation, “el mayor productor de latas para bebidas a nivel mundial y con larga trayectoria en el envasado de vino de calidad”, anunció que trae al país la tradicional bebida en este envase.
Según sus datos, esta es una tendencia que espera comercializar un volumen de 25 millones de unidades para 2020 a nivel mundial.
Los productores entienden que el formato da respuesta a la creciente demanda de nuevos hábitos de los consumidores. “El público busca cada vez más productos que se presenten en envases que faciliten su transporte y almacenamiento, de modo que pueda ser consumido en ocasiones inexploradas hoy en día, tales como un día de picnic, una tarde en la playa, luego de una larga jornada laboral o hasta en una piscina, entre otros. Ese espacio no existe hoy en día para el vino en Argentina”.
Entre los beneficios que detectan en este ensave mencionan ser el más sostenible en toda la cadena de bebidas; que no puede romperse como otros; ofrece un mayor control del consumo al tener diferentes tamaños de envasado y no únicamente de 750ml –como la gran mayoría de los contenedores de vino–, lo que permite reducir su precio de venta final. “Además, porque conserva todas sus propiedades y sabores intactos”.
Hugo Magalhães, Gerente de Marketing y Nuevos Negocios de Ball Corporation para Sudamérica,: “El vino en lata abre nuevas posibilidades de expansión del consumo en el mercado y reducción del impacto medioambiental. Una evidencia de ello es el crecimiento que se observa de esta categoría a un ritmo del 50% en Europa y Estados Unidos, lo cual representa una de las mayores expansiones de la industria vitivinícola.”
Por el momento, no anunciaron qué vino es el que se comercializará en el mercado local ni a qué precio, sí que habrá tinto, blanco y rosé.
Las propuestas acartonadas van quedando de lado y en cocina elaborada lo que se está buscando es un servicio ágil y moderno. Platos del mundo, cocina fusión, pequeños bocados para ir probando de todo un poco en una sola visita.
Esa es la propuesta de Cartof, un nuevo restó ubicado en la avenida Gauss, arteria que de a poco sube temperatura nocturna con muchas nuevas propuestas gastronómicas.
Y a menos de una cuadra de Recta Martinoli, dos gastronómicos con experiencia europea se afincaron y acondicionaron esta casona con jardín al ingreso, cocina a la vista adentro, barra, iluminación cálida y cortinados hasta el piso.
Vale decir que todavía tiene margen para corregir extracción e iluminación. La temperatura de la sala también se puede revisar (una brisa recorre el salón). El servicio, durante esta visita, siempre estuvo al pie del cañón. Una buena noticia también es que se puede comer en la barra, mirando a los cocineros en acción.
Papa rumana
La palabra “Cartof” viene de Rumania, el país de la propietaria, que es la jefa de sala (en pareja con el chef que es cordobés). Significa “papa”, así que la vamos a encontrar en algunos platos de esta noche, que va a comenzar con vino, cerveza o un aperitivo espumoso.
La carta de vinos está muy bien. Incluye pocas etiquetas bien seleccionadas y hasta vinos de Córdoba, con exponentes desde $ 350. La pinta de cerveza tirada cuesta $ 150. Pero esta cocina fusión internacional nos pide a gritos un Aperol Spritz ($ 200).
De appetizer la casa invita uno de los mejores bocados de la noche: manteca de jamón de jabalí, para untar en un pan negro con semillas, calentito, que echa humito cuando lo partimos con la mano. Hay que ver la delicadeza de la presentación. La manteca luce como un queso amarronado, decorado con flores y tallos.
La vajilla en la que llegan los bocados van de lajas a troncos de madera. En la mesa cada uno tiene sus platos y cubiertos. Cuando el pan se acaba se repone el mismo del comienzo, pero tal vez Cartof necesita mostrar alguna otra variedad.
En cuanto a la carta, hay mucho y bueno para elegir (25 opciones), por eso es muy difícil tomar una decisión. Entre muchas otras fuimos por el Bao tailandés de pato ($ 220), luego por las Papas fritas con huevo pochado, jamón de jabalí y aceite de trufa ($ 290), y por último, por la Entraña con criolla de hongos y papines con provolone ($ 395).
Bao
El bao es un pan chino que se cocina al vapor y se sirve relleno. Es suave, esponjoso y dulzón. En este caso sale como una tortilla rellena con carne de pato, bien especiada y desmenuzada. La compañía es fundamental a la hora del contraste: pepino, zanahoria, cilantro y cebolla morada.
Luego fuimos por las Papas fritas. Bien finitas y crocantes se acomodan en un bowl de madera entre dos sugerentes y voluminosos huevos pochados. El toque del aceite de trufa aporta la complejidad aromática que un lugar como Cartof necesita imponer en cada paso. Completan el cuadro unas buenas fetas de jamón crudo de jabalí, ciboulette y láminas de oro comestible sobre los huevos. Apenas son un detalle visual pero, ¡estas sí que son unas papas de oro!
Por último en la parte salada, probamos una Entraña con salsa criolla con hongos y unos papines pegados entre sí, con queso provolone derretido, un plato sabroso pero algo disperso.
Si bien la entraña estaba bien en su punto y sazón correcta, el acompañamiento no termina de amalgamarse en la presentación (sobre todo el queso). La criolla dulzona por el pimiento no logra contraste con el resto del conjunto. Hay margen para más placer todavía, con unos pocos ajustes aromáticos.
El postre
El baño de Cartof se muestra impecable en orden, limpieza e iluminación. A la hora de postre, entre cuatro sugerencias nos recomiendan la del Suflé de chocolate caliente con helado de nuez ($ 220). La presentación es adorable, con técnica. A la vista nos estamos por comer una maceta con un plantín.
Pero es realidad es una cremoso de chocolate caliente con un granulado encima, bien crocante, acompañado de un detalle de hoja de hierba buena. La compañía del helado de nuez llega en una cazuelita aparte, así que cada uno con su cuchara va a ir en busca de la fusión de sabores.
Justamente esa es la especialidad de este restaurante, que a buena hora le ofrece a la zona noroeste de la ciudad una cocina elaborada, en un espacio relajado, con precios más o menos acomodados para el paladar que aprecia este tipo de productos pensados, cuidados y bien ejecutados.
¡Cartof es una buena noticia para Córdoba, por eso hay que celebrar!
Cartof Restaurant
Calificación: Muy Bueno.
Gauss 5939, Villa Belgrano.
Abierto de martes a domingos, mediodía y noche.
Efectivo y tarjetas.
manteca_1570116259.jpgbao_1570116290.jpgpostre_car_1570116346.jpgCartof es la novedad de la zona noroeste.Manteca de jabalí.Muy bueno el Bao de pato.¿Postre o maceta?
Ñato Restaurante (Richieri 3415, barrio Jardín) es lo nuevo de zona sur. El chef Matías Moyano define a su cocina como de “estilo contemporáneo”. Desde Ñato aseguran que “se apunta a comidas tradicionales, platos conocidos, haciendo hincapié en innovar con diferentes tipos de especias y productos de calidad. No es gourmet, es comida tradicional evolucionada, con el toque de cotidianidad”. Más info en www.ñato.com.ar y reservas al (0351) 153-911475.
Chef francés, el lunes en Goulu
El bistró Goulu (Núñez y Roque Funes) sigue con la agenda a full. Este lunes 7 de octubre le da inicio a la Semana de Cultura Francesa en Córdoba con la presencia del chef francés Jérôme Mathe, en un evento especial en el que se servirá un menú fusión franco-argentino maridado con los vinos de Laura Catena. La tarjeta cuesta $ 2.200 e incluye bebidas con y sin alcohol. Reservas al (0351) 481-8086.
Nueva panadería y vermutería en General Paz
Backerhaus es una panadería de panes de masa madre natural con cafetería y vermutería propia. Está en Esquiú 14 de barrio General Paz y se presenta como toda una novedad para el barrio, acostumbrado a los bares y restaurantes de formato clásico. Entre las sugerencias de Backerhaus están los combos de desayunos y meriendas, las picadas con panes de masa madre y los cócteles con vermú. Teléfono (0351) 153-991775.
Taller de “Cocina de bodegón”
La escuela de gastronomía IGI (Tucumán 140, Centro) incia en octubre un nuevo curso taller de “Cocina de bodegón”, que apunta a retomar las viejas tradiciones culinarias argentinas: suprema Maryland, matambre a la pizza, hamburguesas, escabeches, pastas y tucos, papas en todas sus versiones, postres, panes y mucho más. El taller consta de ochos clases prácticas los días jueves, de 19 a 21. Más info al (0351) 156-077636.
Un equipo cordobés se hizo del Concurso Casalta 2019
Valeria Gutiérrez, Delfina Ipharraguerre y Rafaela Oyola Castelli, todas alumnas de la Escuela de Turismo y Hotelería Montes Pacheco, ganaron el Concurso de Cocina Casalta 2019, dedicado a estudiantes gastronómicos de todo el país. Lo hicieron con un postre llamado "Suquía Primaveral", una combinación de sabores regionales con notas frescas y perfumadas: chocolate, remolacha y Glazé 4 pimientas, Glazé de frutos rojos y peperina. Ganaron importantes premios para su formación académica.
nato_1570124797.JPGchef_frances_Jerome_Mathe_1570124883.jpgBackerhaus, novedad en General Paz.Ñato, lo nuevo de Richieri.Chef francés, el lunes en Goulu.Backerhaus, novedad en General Paz.