El restaurante del Golf de Villa Allende es un espacio que guarda toda la tradición de este club emblemático de la provincia de Córdoba. No sólo por sus paredes, que recuerdan con cuadros a los presidentes, a los campeones y a los tiempos de oro en general, sino también por sus formas y propuesta gastronómica.
Tiene amplios espacios, una decoración sobria y elegante y una gran vista al césped tras los ventanales. Este es el entorno que sirve de marco a una visita a donde se destacan las instalaciones, la atención y la cocina (en ese mismo orden -la cocina siempre es el punto más difícil, claro-).
No hay un cartel en el ingreso al predio que anuncie que adentro hay un restaurante, lo que hace pensar que es un lugar para habitúes del club o para curiosos como nosotros, que llegamos recomendados por buenos amigos.
Como dijimos, la atención es correcta, aunque no haya appetizer para entretener la boca antes de que lleguen los platos. La carta de vinos está incompleta y en caso de que ninguna etiqueta nos satisfaga, hay que caminar hasta la barra y ver con qué alternativas contamos.
El mozo sabe la carta de memoria y de entrada elegimos un Carpaccio de salmón rosado, $ 55. Llega en una presentación poco habitual. Una gran capa de rúcula fresca recubierta por láminas de salmón y alcaparras.
El sabor es agradable, los productos son buenos, pero tal vez esa misma materia prima se pueda aprovechar mejor. ¿Aceite de oliva extra virgen? Sí. ¿Más limón? Sí. ¿Un poco de ralladura de limón? Por qué no. ¿La rúcula como detalle y no como lo más importante del plato? Sí. Sólo algunas ideas que aportan humedad y mucho sabor.
Para esta cena elegante pedimos un vino que vamos a recomendar: Alfredo Roca Malbec 2012 ($ 100), un mendocino de San Rafael cuyas virtudes (la más notoria es el equilibrio entre madera y fruta) se sienten en boca. Eso sí, solicitamos una frapera para condicionarlo y dejarlo a una temperatura más apropiada.
Con los platos principales llegará lo mejor de la noche, que fueron las guarniciones. El Lomo a las olivas y jamón crudo ($ 72) llegó junto a unas espinacas gratinadas, y el Salmón rosado grillado ($ 90) con unas papas a la crema también gratinadas, bien doradas y al dente.
También probamos los Ravioles de carne, espinaca y verduras ($ 37) con salsa mixta ($ 13), bien presentados en un plato hondo que jugaba con los colores blanco y rojo. Mucho sabor, al igual que en los otros platos de la noche.
Para el postre elegimos acompañar los Zapallos, batata e higos en almíbar ($ 23) con una bocha de helado de crema ($ 15), para terminar la velada con el dulzor y la frescura que tienen las cosas lindas de la vida, como lo es una noche de golf, amigos y buenas comidas. l
Golf Club Villa Allende
Bueno
Derqui 30. Villa Allende.
Teléfono (03543) 43-1199.
Abierto de martes a domingos desde las 07.
Efectivo.