"El Naguan", en lengua comechingona, significa "el Cacique". En Salsipuedes y desde hace algunos años identifica al viejo hotel Piantino, que tiene más de 70 años en esa esquina de la actual Ruta E-53 que conecta a las localidades más importante de las sierras chicas.
Este corredor turístico provincial puede jactarse de ser uno de los mejores polos gastronómicos de la provincia, y ahora suma una nueva propuesta para regodearse en la calidad de su oferta.
Es que entre el calor de las ollas y sartenes se encuentra Bruno Glaudo, un chef inquieto que va y viene de diferentes proyectos a lo largo del año. Hoy parece sereno y afincado en este hotel de paso, que es frecuentado por trabajadores y familiares de vecinos de la zona.
En esta carta, Glaudo propone platos simples, de herencia española e italiana, con algunos toques criollos y otros pocos de fusión, especialidad cultivada por chefs preparados en viajes y cocinas del mundo.
Se leen muy buenas pastas, lisas y rellenas, menú para niños (ñoquis y milanesas), carnes (hay cortes con salsas y hay parrilla completa a $160), un cordero con siete horas y media de cocción, platos con cerdo, trucha y hasta pizzas.
La sensación una vez sentados en la mesa de este humilde parador, es la que se tiene en un hotel de paso cualquiera, con el sonido de las cubiertas de los autos dejando sus huellas en la ruta, más la radio y la tele prendidas a la vez.
A comer
El mozo sugiere una copa de vino Malandra Malbec Roble 2011 ($18), de Luján de Cuyo, Mendoza. Un vino delicado y expresivo que vale la pena probar cuando unas pastas o una carne se interponen en la agenda.
Como en muchos casos, no se retira la vajilla sobrante en la mesa, un detalle que siempre será provechoso en pos de la comodidad de los comensales. ¡Hay que hacerlo, por favor! De appetizer nos invitan un maravilloso pan casero para acompañar berenjenas en dos texturas: al escabeche y en puré.
El LCD muestra las noticias y nosotros vamos de entrada con un Revuelto de hongos serranos y queso gruyere ($55). Como en todo pueblo, las raciones tienen que ser abundantes para que no haya problemas con los vecinos.
Y este revuelto muestra el mismo pan casero con un tostado intenso otorgando dejo ahumado y un contenido muy, pero muy sabroso, con el huevo en un punto justo que otorga una textura bien aireada, volumen y mucha humedad.
De principal: Pechuga rellena de tomates, oliva y muzzarella, con puré de papa al tomillo ($97). Llegó una salsa extra de cúrcuma que le dio mucho más sabor y fluidez a la preparación, dejándola más sofisticada y completa. El punto de la carne (presentada en un pincho) era justo, medido con termómetro.
De postre, nos llamó la atención un Helado casero de peras ($18), que llegó a la mesa junto con hojitas de albahaca fresca, que además de embellecer la presentación le dieron un contrapunto aromático delicioso al sorbete. Queriendo y sin querer, los buenos alquimistas siempre dan en la tecla.
El Naguan
Bueno (y medio).
Ruta E-53 y Güemes. Salsipuedes.
Reservas al (03543) 49-2911.
Abierto de miércoles a lunes, mediodía y noche.
Efectivo y tarjetas.
Estacionamiento propio.
El Naguan es un hotel restaurante rutero de Salsipuedes que cuenta con un chef experto en sabores intensos.