Mario es peruano, de la ciudad de Lima, pero tiene una tonada cordobesa que mata. Hace años que vive en Córdoba. Estudió gastronomía, pulió sus conocimientos de cocina y hoy atiende de gran manera su propio restaurante en calle Humberto Primo, metros antes del puente Avellaneda, en la capital cordobesa.
El resto bar se llama Huarike, y carta en mano nos enteramos qué significa esta palabra, porque es el mismo Mario quien se encarga de advertirlo en el primer párrafo de la primera página. Huarike se refiere a un "escondrijo", un lugar de comidas que acabamos de descubrir y que sólo recomendamos "a los amigos más cercanos".
El texto explica que "son espacios familiares, austeros, pero con platos sencillos, frescos y sabrosos". Es increíble cómo Mario cambia nuestra percepción del local con ese texto, inmediatamente. En él nos quiere decir que puede que su casa no sea un lujo, pero que nos va a atender bien y nos va a brindar lo mejor de sus comidas. ¡Se nos pianta un lagrimón!
Bien relajados, pedimos una rica y fresca cerveza Stella Artois ($ 40), en una mesa que tiene vista al río desde una gran ventana. Para entretener la boca nos invitan canchitas, los granos de maíz horneados con sal que sirven como previa antes de las comidas o como acompañante de una rica cerveza.
La gente pasa corriendo por la costanera y nosotros ya pedimos nuestro cebiche, $ 70, clásico de la gastronomía costera del Perú. Una delicia. Pescado crudo marinado y desnaturalizado en limón con perfume de cilantro, mucha cebollita morada, más canchitas, papa, batata, choclo y un toque de picante. Una mezcla perfecta de sabores y texturas frescas, ideales para el verano.
Como dijimos, el salón es muy austero. La cocina está a la vista y es un tema la extracción de grasas. El baño está OK. Tiene toallas descartables pero debería incluir jabón líquido para que esté completo.
Anticuchos y Jaleas
Después seguimos la degustación con otro clásico: Anticucho de res, $ 25, un brochet de corazón en su punto acompañado de papas hervidas y doradas a la plancha. Muy rico también.
Luego ordenamos un Sudado de pescado, $ 65. Es una cazuela, un caldo con ají panka, pescado –otra vez, a punto– con tomates y cebollas que se destacan. Muy sabroso y nada picante.
Y por último (en la parte salada) ordenamos una Jalea mixta, $ 75, plato que en otras zonas del Perú tiene el nombre de "chicharrón" de pescados y mariscos.
Se trata de un plato con pescado, calamares y langostinos enharinados y fritos, con papas también fritas, y algo fundamental: una salsita criolla (cebolla morada, pimiento y cilantro) que refresca y limpia el paladar.
Para terminar esta visita, tan pero tan rica, nos vamos a despedir con una Leche asada, $ 15, una especie de flan peruano que combina huevos, leche, azúcar y vainilla para luego ser cocinado a baño maría en el horno.
Un final barato, bien dulce, tibio, dorado y cremoso para una visita que seguramente recomendaremos.
Eso sí, sólo a los amigos más cercanos.
Huarike
Bueno
Humberto Primo 882. Centro.
Teléfono (0351) 153-682836.
Abierto de martes a domingos al mediodía. Miércoles a sábados por la noche.
Efectivo.
Huarike es un resto bar peruano que salió a la luz y ofrece sabores típicos en calle Humberto Primo, metros antes del Puente Avellaneda. Una visita para amantes de la gastronomía andina.